En el año del bicentenario del fallecimiento del prócer tucumano Bernardo de Monteagudo, el Consejo Asesor de la Magistratura de Tucumán decidió homenajear su figura mediante distintas acciones. Entre ellas, se encuentra la firma del Acuerdo n°1 por el cual se establece «2025 Homenaje a Bernardo de Monteagudo», leyenda que se puede leer en todos los documentos de este organismo.
Asimismo, el Área de Comunicación del CAM desarrolló un corto documental en donde los/as historiadores Dr. Facundo Nanni y Mg. Cecilia Guerra Orozco, junto al presidente del organismo y vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Dr. Daniel Posse, reflexionan acerca de la vida y obra de Monteagudo.
Señala Posse que “en Tucumán, en el mundo del derecho, en ese siglo, en el comienzo de nuestra patria, nacieron los dos juristas más importantes. Uno por la actividad política relevante y por su interés en la liberación de Sudamérica, que fue Monteagudo, y después Alberdi. El CAM está aquí dando muestras claramente que es una institución que, además de promover el conocimiento jurídico a través de su escuela, y de seleccionar magistrados, que es el rol más importante que tiene, también tiene interés en rescatar de la memoria figuras tan importantes como Monteagudo”.
Reviste de especial importancia subrayar la relevancia americanista del mencionado jurista y letrado. Como indica Nanni (CONICET-UNT), consultado por El CAM, si bien el inicio del curso vital de Monteagudo fue en San Miguel de Tucumán, en donde también reposan sus restos (Cementerio del Oeste), su contribución política “fue de escala sudamericana: participó de la emancipación contra la monarquía hispánica en los actuales territorios de Argentina, Chile, Perú, e incluso Panamá, y su carácter de publicista fue fundamental a la causa, a través de los periódicos que dirigió destinados a dar fundamentos jurídicos y políticos a la emancipación”.
Esta vocación americanista fue incluso destacada por José de San Martín, quien dijera, en referencia a Monteagudo, que la lucha en Perú no era una guerra de conquista sino enteramente de opinión.
Es de destacar, además, que para Bernardo de Monteagudo la revolución no se trataba de luchas personales, sino de la necesidad de un camino hacia la independencia y una posterior Constitución, pilares compartidos por líderes como Manuel Belgrano y José de San Martín, proyectados también en la geografía septentrional del cono sur americano por la figura de Simón Bolívar.
Como señala Nanni, en la elección de Monteagudo como figura a homenajear por las instituciones tucumanas en el marco del bicentenario de su asesinato, hay que recordar que en el contexto histórico un aspecto fue la independencia en tanto separación de la metrópoli, pero que también, simultáneamente, se asistió a una poderosa transformación de los lenguajes políticos/jurídicos en todo el mundo atlántico, fenómeno este último que algunos autores nombran como desmantelamiento del Antiguo Régimen, o bien, surgimiento de una modernidad política o de un liberalismo incipiente.
Al decir de Guerra Orozco (UNT), poder conocer más sobre nuestros próceres y realizar este tipo de acciones de difusión nos permite “bajarlos del bronce y conocerlos en su humanidad, lo cual es fundamental para una época como la actual”.